jueves, 4 de marzo de 2010

MÁS QUE MÉDICO, AMIGO


¿Quién era sir William Gull, y qué relación tenía con la familia real?




Nacido en diciembre de 1816, se graduó en medicina en 1841. Fue profesor de filosofía natural y de anatomía comparada en el hospital de Guy.

En 1872 se ocupó de la salud del Príncipe de Gales, que padecía de fiebres tifoideas. El éxito de su intervención le valió la gratitud de la reina Victoria, que le concedió el título de barón, y le convirtió en su médico de cabecera y amigo.

Contando con un apoyo tan poderoso, no es de extrañar que acabara siendo considerado como uno de los médicos más prestigiosos de todo el gran Imperio británico, nombrado miembro del Consejo General de Medicina, además de  Doctor Honoris Causa por las universidades de Oxford, de Cambridge y de Edimburgo.

En 1888 sufrió un ataque de apoplejía que le obligó a abandonar buena parte de sus cargos, aunque tuvo una pronta recuperación, y vivió con relativa salud un par de años más.


¿Cómo es posible que un hombre de 72 años, y  enfermo pudiera asesinar y despedazar a Annie Chapman en menos de media hora, teniendo incluso tiempo para huir sin dejar ninguna huella?

Imposible que un solo hombre hiciera tal proeza, aunque gozara de una salud envidiable, ni siquiera contando con la ayuda de un fiel lacayo, como se ha sugerido en numerosas ocasiones.


¿Por qué apuntan hacia él tantas miradas, a la hora de buscar la identidad del Destripador?


En el juicio que siguió al asesinato de Annie, el doctor Phillips aseguró que todo tuvo que ser "obra de un experto...    Alguien que tenía suficientes conocimientos de exámenes anatómicos o patológicos para poder sacar los órganos pélvicos con un solo corte de cuchillo", y el juez Baxter, en su sentencia dictaminó: "Las heridas fueron realizadas por alguien que tenía considerable destreza y conocimientos anatómicos... No hubo ningún corte inútil...  El órgano fue extirpado por alguien que sabía dónde encontrarlo, cuáles eran las dificultades a que se enfrentaba, y cómo utilizar el cuchillo, de tal modo que pudiera extraer el útero sin dañarlo"

Pocos individuos en todo Londres habrían podido hacer semejante operación, en tan poco tiempo y en tan adversas circunstancias, y un convaleciente de apoplejía menos aún.


El comportamiento de sir Charles Warren, jefe de la policía metropolitana de Londres, que tanta celeridad mostraba, a la hora de borrar todo tipo de pruebas, y que hizo lavar el cadáver de Annie, convirtió al doctor Gull en el sospechoso con más posibilidades de ser el auténtico culpable.

Sir Charles no podía comprometerse, si no se trataba de exculpar a un personaje muy cercano a la mismísima reina Victoria, y sir Willian Gull era, al mismo tiempo, un magnífico cirujano, y amigo personal de la reina.


¿Estaba sólo en semejante empeño? ¿Era suficiente la ayuda de un simple cochero, para que un hombre enfermo cometiera tales atrocidades, en tan poco tiempo, sin dejar huella alguna?  ¿Era todo obra de un grupo bien organizado, con una misteriosa misión, al servicio de la Corona?

1 comentario:

  1. Excelente artículo amiga María Paz.
    De tan alto nivel técnico y literario como los anteriores que realizaste sobre el tema del Ripper y la era victoriana.


    Gabriel Pombo

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